Participación social, y relación con el Estado. El estudio del cooperativismo en el Paraguay de Domingo Rivarola
por Daniel Bogado Méndez [1]
“El cooperativismo en el Paraguay” es el título del informe final de una investigación sobre el cooperativismo paraguayo, elaborado en 1985 por el Dr. Domingo Rivarola como consultor de la División de Desarrollo Social de la CEPAL, con la colaboración del abogado Gustavo Laterza y el sociólogo Roberto L. Céspedes. El documento realiza un estudio histórico sociológico del cooperativismo en el Paraguay. [2] En diciembre de 1989, una versión resumida de este documento aparece en el libro “Cooperativismo Latinoamericano: Antecedentes y Perspectivas” que publica la CEPAL. Sin embargo, esta relevante investigación sobre el cooperativismo no fue publicada en Paraguay. [3]
Domingo Rivarola nació el 4 de agosto de 1931 en la ciudad de Tobatí [4], Paraguay. Estudió en la Facultad de Química, en el área de Bioquímica en la Universidad Nacional de Asunción UNA (1959). En esos años se dedica también a la actividad política y llega a ser secretario del Directorio del Partido Liberal, pero ocurre algo significativo por lo que deja todo y se dedica exclusivamente a la actividad académica.
“En ese entonces» -comenta el Dr. Rivarola en una entrevista [5]– «el Brasil inicia una ‘marcha al oeste’, una política de gran envergadura que incluye un canal cultural importante, y contribuye a crear una escuela de humanidades en la UNA, y trae seis profesores del más alto nivel intelectual en las humanidades, en epistemología, en filosofía. Entonces yo me inscribo allí y sigo filosofía, y eso es lo que explica mi aterrizaje en la perspectiva humanista. Me convenzo de que ni la lucha política, ni la mecánica política, ni el carácter que exige la política para ser exitoso y para avanzar, no cuajaba con mi temperamento, ni con mis capacidades. Entonces decido definitivamente que la ciencia social sería mi camino”.
Domingo Rivarola se inscribe en la Facultad de Filosofía de la UNA y en junio de 1973 se recibió de Licenciado en Filosofía y en mayo de 1998 se graduó de Doctor en Filosofía por la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”. Toma contacto con un instituto formado en Buenos Aires, el Instituto Di Tella, donde está Gino Germani, Jorge Graciarena, Aldo Solari, el mismo Torcuato Di Tella, y se genera una relación muy fuerte. Y este hecho lo impulsa a fundar, en 1964, el Centro Paraguayo de Estudios Sociológicos (CPES) y la Revista Paraguaya de Sociología (RPS).
Según el sociólogo José Luis Simón (2014), el CPES y la RPS se convirtieron en aglutinantes de las primeras generaciones de científico-sociales paraguayos, y su creación marca el “inicio sistemático de investigaciones en ciencias sociales y políticas, de producción de conocimientos científico-sociales, estimulando la aparición, y respetando la pluralidad, de nuevos enfoques teórico-metodológicos”. [6]
En el área de la docencia, el Dr. Rivarola fue Profesor de Metodología en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Católica “Ntra. Sra. de la Asunción” (1975-1977) y Profesor Titular de Sociología en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Asunción (1970-2007). Fue también Fundador, Director y Docente de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales – Paraguay (FLACSO/Paraguay) (2006-2017). [7]
En sus investigaciones y publicaciones ha abarcado una gran variedad de temáticas. Entre sus principales publicaciones se encuentra La Población en Paraguay (1974); Los determinantes del rendimiento educativo en el Paraguay (1978); Estado, Campesinos y Modernización Agrícola (1982); Los Movimientos Sociales en el Paraguay (Editor) (1986); Militares y Políticos en una Transición Atípica (Co-editor); Una Sociedad Conservadora ante los Desafíos de la Modernidad (1991); La Pobreza Rural de cara al Siglo XXI (1996); Economía Campesina Tipología y Propuestas de Políticas Diferenciadas (Co-autor) (1997); Inequidad y Política Social (1998); Educación y Democracia (2000); Pobreza y Gestión Social (2000); Pobreza y Cambio Social (2001); Educación Superior Universitaria en Paraguay (2005); Política Social en la Transición (2005); Historia del Pensamiento Paraguayo (2010); entre otros.
La investigación del Dr. Rivarola respondió a “la preocupación de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) por el tema (del cooperativismo) en el marco del desarrollo de la región en la segunda mitad de los años ochenta, y por el papel que en él podrían desempeñar diferentes sectores sociales y organizaciones, en este caso, el movimiento cooperativo” (Rivarola, 1989: 13).
El documento se organiza en una introducción no muy extensa, siete capítulos (II. Evolución histórica, III. El Marco Jurídico, IV. Características de las Cooperativas -urbanas y rurales-, V. Las Federaciones de Cooperativas -la Central de Cooperativas de Ahorro y Crédito (CREDICOOP) y la Federación de Cooperativas de la Producción (FECOPROD)-, VI. Cooperativas Rurales y Urbanas: Estudios de Casos (sobre 2 cooperativas de Ahorro y Crédito y 2 de Producción), VII. Cooperativismo y participación, VIII. Problemas y perspectivas, y IX. una conclusión en tres partes sobre a. la participación de los sectores populares; b. las cooperativas como agentes de modernización; y, c. la Influencia y papel del Estado.
El documento empieza mencionando la serie de limitaciones para presentar el movimiento cooperativo en Paraguay, “que tienen que ver con la carencia de datos adecuadamente organizados y disponibles para un trabajo de investigación”, ya que ni el sector público posee datos básicos y ni las mismas cooperativas, que “solo tienen las Memorias de los últimos años”. Por este motivo, el autor expresa que “lo que sigue, se trata de una primera aproximación hacia una caracterización general del cooperativismo en el Paraguay, y la especificación de aspectos que requieren una urgente tarea de profundización” (Rivarola, 1985: 2).
Los antecedentes más directos de cooperativismo en el Paraguay están asociados a la llegada de diversas corrientes de inmigración hacia comienzos del siglo XX. Alemanes, italianos, españoles, judíos y más adelante, los japoneses. Fueron creando asociaciones destinadas a ofrecer una protección y asistencia a sus miembros en el proceso de integración al país. Hacia la década de 1930 surge la idea de la “cooperativa” como alternativa para el mejoramiento social, principalmente del sector campesino.
Hacia 1930 miembros de la comunidad menonita forman la primera cooperativa, en Filadelfia, Chaco: la Cooperativa Colonizadora Fernheim (mayo de 1931), y en 1937, en Villa del Rosario, Dpto. de San Pedro, fundan la Cooperativa Agrícola Friesland. Sin embargo, como no existía un marco jurídico específico, no se registraron como tales. Más tarde, en 1941, se crea en Villarrica la “Cooperativa Agro-Industrial Ideal del Paraguay” impulsada por un colono brasileño, “experto en organizaciones cooperativas y fabricación de vinos”. En ausencia de una ley de cooperativas, “se elaboró al mismo tiempo el anteproyecto de ley y el estatuto para las mismas. Ambos fueron aprobados con escasas modificaciones” (Rivarola, 1985: 14).
La primera Ley de Cooperativas del Paraguay se promulgó el 16 de julio de 1942, por iniciativa de quienes organizaron las primeras cooperativas. Este Decreto-Ley consideró exclusivamente a las cooperativas de producción agropecuaria, excluyendo aquellas que tuvieran otros objetivos. La ley habilitó un Registro de cooperativas y la primera en inscribirse fue la Cooperativa Agro-Industrial Ideal del Paraguay. De esta forma, Ideal es la primera cooperativa “de Derecho” y Ferheim, la primera cooperativa “de hecho”.
El texto afirma que, en esta etapa formativa, el Estado no jugó un papel activo e hizo poco por impulsar efectivamente el movimiento cooperativo. El avance en el siguiente cuarto de siglo a la creación de la primera cooperativa en 1941 fue así debido al esfuerzo de personas e instituciones privadas, fundamentalmente a la acción de la Iglesia Católica.
De acuerdo a lo planteado por Rivarola: “Las cooperativas de ahorro y crédito comenzaron a funcionar desde los primeros años de la década de 1960, debiendo hacerlo como sociedades civiles o simplemente sin personería jurídica, puesto que la ley de cooperativas vigente entonces no contemplaba este tipo de organizaciones” (Rivarola, 1985: 247). La primera cooperativa de ahorro y crédito se estableció en Asunción en 1961 como iniciativa de los funcionarios del Ministerio de Agricultura y Ganadería. [8]
En las conclusiones, sobre la “Participación de los sectores populares”, el informe señala que la cooperativa no ha logrado constituirse en una alternativa para los sectores sociales más pobres. Mostraba que “…dentro de la dinámica organizativa actual, los estratos mencionados tienen escasas posibilidades de incorporación o de participación plena en el caso de haber podido integrarse a una cooperativa. Las limitaciones económicas y la autoexclusión son los factores principales de la precaria presencia de las capas más pobres” (Rivarola, 1985: 153). Finalmente, concluía que “…la desconfianza de los sectores con menos recursos y fundamentalmente la condición de pobreza constituyen factores excluyentes de la organización cooperativa para un vasto sector campesino y urbano” (Rivarola, 1985: 155).
En cuanto a “Las cooperativas como agentes de modernización”, el documento indica que las cooperativas pueden ser consideradas como agentes de modernización, especialmente cuando son exitosas. Esto desde dos aspectos. Por un lado, estas cooperativas permitieron la incorporación de tecnología y, también, desarrollo de formas sociales de relación más identificadas con la economía de mercado. Por otra parte, en los sectores urbanos, la participación en las cooperativas de las capas medias profesionales les permitió acceder al crédito para actividades productivas y el consumo (Rivarola, 1985).
Finalmente, en cuando a “Influencia y papel del Estado”, señala que “una conclusión general es el reconocimiento del papel decisivo que juega el Estado en el desenvolvimiento del cooperativismo en el Paraguay, aunque ello no supone reconocerlo como factor exclusivo” (Rivarola, 1989: 280).
En este sentido el informe hace dos reflexiones: primero que “…la Ley de Cooperativas constituye más bien un elemento limitante y carente de fuerza para estimular y fortalecer el cooperativismo” y que, en opinión de los líderes cooperativos, “todo avance en ese terreno supone profundas reformas institucionales a la propia ley vigente”. La segunda reflexión refiere a la necesidad de fortalecer a la dirigencia cooperativa para su desarrollo autónomo. Esto porque “la articulación del Estado se convierte en apoyo decisivo, aunque de carácter puntual, en el fortalecimiento de determinadas organizaciones por cuanto supone -en un plano informal- allanar dificultades o recibir ayudas especiales”. En otras palabras, si las cooperativas “eligen” líderes afines al régimen dictatorial de la época “podría allanar dificultades o recibir ayudas especiales”. Pero indica también el texto que eso podría distorsionar “el surgimiento de un liderazgo más orgánico y auténtico en favor de quienes por alguna razón pueden garantizar dicha articulación” (Rivarola, 1989: 280).
Referencias
RIVAROLA, D. (1985). Cooperativismo en el Paraguay. Documento presentado en la Reunión Técnica Subregional sobre Realidad y Perspectivas del Cooperativismo en Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, realizada en Montevideo, Uruguay, del 18 al 20 de noviembre de 1985. Santiago de Chile: CEPAL. Disponible en: https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/c1bcf52d-9f95-455c-b9c0-d4c86a7c68b1/content
RIVAROLA, D. (con la colaboración de G. Laterza y R. Céspedes) (1989). “El Cooperativismo en el Paraguay”. En CEPAL: Cooperativismo latinoamericano: antecedentes y perspectivas (Vol. 14). Santiago de Chile: CEPAL, pp. 239-286. Disponible en: https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/76ed0e59-3bd0-4d87-ad0c-2d28cd9eda08/content
SIMÓN, J.L. (2014). Entrevista en video al Dr. Domingo Rivarola por José Luis Simón. 12 sept 2014. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=omSZCqfDBGk
SIMÓN, J.L. (2014). Entrevista en video al Dr. Domingo Rivarola por José Luis Simón. 24 sept 2014. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=LOm4OCCjXpI
YUBI, J. (2014). Conocer para saber actuar. Entrevista al Dr. Domingo Rivarola, por Javier Yubi. Diario ABC COLOR. Sección CULTURAL. 13 DE DICIEMBRE DE 2014. Disponible en: https://www.abc.com.py/edicion-impresa/suplementos/cultural/domingo-rivarola-conocer-para-saber-actuar-1315749.html
[1] Profesor en la Facultad de Ciencias Sociales (FACSO) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA). Paraguay. Correo Electrónico: daniel_bogado@facso.una.py
[2] Fue presentado en la Reunión Técnica Subregional sobre Realidad y Perspectivas del Cooperativismo en Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, realizada en Montevideo, Uruguay, del 18 al 20 de noviembre de 1985.
[3] El informe final de la consultoría de la CEPAL lleva la clasificación “Distribución RESTRINGIDA”.
[4] Tobatí es una ciudad del departamento de Cordillera, ubicado a 63 km de Asunción y a 17 km de la capital departamental Caacupé, conectado por un ramal de la ruta II. Fue fundado en el siglo XVI por Domingo Martínez de Irala y es la segunda ciudad del departamento en población. Tomado de Google.
[5] Entrevista en video realizada por el sociólogo José Luis Simón, en 2014.
[6] Este centro da cabida a un grupo de jóvenes procedentes del campo de la política, las asociaciones estudiantiles y la universidad, que querían hacer ciencias sociales y aspiraban a una carrera académica más allá de la militancia estudiantil o política. Y es importante recordad aquí que todo esto se desarrolla “bajo las muy difíciles condiciones de represión político-ideológicas impuestas por el régimen autoritario del general Alfredo Stroessner” (Simón, 2014).
[7] Además, fue Miembro fundador del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y formó parte de la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS), del Programa de Estudios Conjuntos de Integración Latinoamericana (ECIEL); de la Asociación Internacional de Sociología (ISA); de la Asociación Latinoamericana de Sociología Rural (ASLARU); de la Sociedad Interamericana de Planificación (SIP); de la Red Latinoamericana de Información y Documentación (REDUC); del Foro de la UNESCO de Educación Superior para América Latina y el Caribe y del Consejo de Expertos de la Organización de Estados Iberoamericanos (OIE).
[8] En 1966 surgieron otras dos cooperativas del mismo tipo: la Cooperativa San Cristóbal, en el Barrio Luis Alberto de Herrera (Asunción), que también obtuvo su personería jurídica como entidad civil, y la Cooperativa del Ñeembucu, que funcionaba como una organización de hecho.