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Las recientes recomendaciones de OCDE (2022) y resoluciones de OIT (2022) y de ONU (2023) representan un apoyo a los esfuerzos de la ESS por lograr reconocimiento e incidencia en las políticas públicas, en consistencia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Luego de un breve panorama nacional argentino, reflexionaremos entorno a las oportunidades que esto representa, en especial, para los municipios comprometidos con la ESS.
La aprobación de la Recomendación del Consejo Europeo cierra un ciclo, bajo la responsabilidad directa de las autoridades europeas, y abre otro que exige el compromiso de los gobiernos nacionales. La Recomendación fue aprobada por todos los Estados tras un trabajo que permitió definir un marco de referencia común para favorecer políticas nacionales que tengan en cuenta la heterogeneidad de los contextos locales.
El contexto sociopolítico y la capacidad de propuesta del movimiento de la ESS han sido determinantes para que los gobiernos adopten normativas y políticas públicas favorables a la ESS. Una conjunción de la protesta social contra los efectos de las políticas ortodoxas neoliberales con propuestas políticas articuladas a las demandas de los movimientos sociales. El reto ahora es pasar de políticas asistenciales a procesos de transformación de las estructuras económicas dominantes.
Después de más de 25 años de promoción de la ESS, articulando los emprendimientos en redes y desarrollando acciones de visibilización, capacitación, diálogos e incidencia pública, es relevante que del 2021 al 2023, los principales organismos multilaterales de cooperación, se hayan comprometido con la promoción y desarrollo institucional de la ESS, tomando resoluciones y haciendo recomendaciones a los gobiernos, en este sentido.
La reconstrucción de la historia del cooperativismo y la Economía Social y Solidaria en Iberoamérica
No son muchos los trabajos que den cuenta de la historia del cooperativismo y la ESyS en Iberoamérica. Es por eso que el OIBESCOOP va a publicar un boletín monográfico para avanzar en ese sentido. Se trata de un primer esfuerzo pensado para visibilizar el estado del arte de la historiografía. Esto se hace para varios países de Iberoamérica, fundamentalmente desde dos perspectivas. La primera, en el caso de algunos países, se presenta una visión de conjunto sobre la historiografía para la ESyS en general y el cooperativismo en particular. La segunda perspectiva toma como eje una de las obras historiográficas más significativas y la presenta de manera de acercar materiales relevantes para quienes quieran estudiar la historia en cada uno de esos países.
El movimiento cooperativo tiene una fuerte presencia en la estructura socioeconómica argentina y se caracteriza por su diversidad, por estar presente en casi todas las actividades económicas y regiones del país, por la heterogeneidad en el volumen operativo de las entidades y el número de sus asociades, por lo variado de su composición social, por la pluralidad de miradas sobre la propia concepción del cooperativismo, y por tener un siglo y medio de presencia en el país. Por eso, es llamativo lo escaso y tardío de las investigaciones con perspectiva histórica. Esto es particularmente significativo ya que las cooperativas son, simultáneamente, empresas económicas y movimientos sociales, por lo que su evolución merece ser abordada desde el campo de la historia de las organizaciones, las ideas, los movimientos sociales, las empresas, y los sectores económicos en que desarrollan su accionar.
El Estado brasileño pasó a regular las sociedades cooperativas sin dar la debida diligencia. Fue a través del decreto publicado en 1890, 46 años después de la fundación de la famosa Sociedad de Pioneros Justos de Rochdale, que fue la primera sociedad cooperativa de la Era Moderna. A partir de esta norma brasileña, publicada a finales del siglo XIX, y a lo largo del siglo XX, se irá estableciendo paulatinamente la legislación para regular a las sociedades cooperativas. Paralelamente al nacimiento de las disposiciones jurídicas cooperativas en suelo nacional, también durante este período, la literatura cooperativa brasileña comenzó a ganar expresión a través de publicaciones, en su mayoría de escritores brasileños.
La primera Ley General de Cooperativas de Chile se dicta en el país el año 1924, pero los primeros registros disponibles a la fecha indican que las primeras cooperativas se crean en Santiago el año 1863. Por lo tanto, el cooperativismo en Chile se crea y desenvuelve durante 60 años sin un marco legal que las regule ni políticas públicas que las promueven o supervisen, en lo que podríamos llamar una etapa de desarrollo autónomo y autogestionado. Sobre este período se enfoque el presente texto.
En la historiografía sobre el cooperativismo en Colombia hay gran cantidad de trabajos, básicamente producidos desde los años 60 del siglo anterior, realizados por expertos y académicos vinculados a universidades, entidades públicas u organizaciones cooperativas. Empero, hasta comenzar el siglo XXI no se habían realizado compilaciones que permitieran identificar rigurosamente sus contenidos; situación que llevó a plantearse la necesidad de adelantar investigaciones que se ocuparan de la recuperación sistemática y reflexiva de saberes y conocimientos acumulados sobre aspectos cooperativos, buscando encontrar elementos para evaluar dicha producción y establecer nuevas líneas de análisis.
Ciertamente que la bibliografía sobre la historia del cooperativismo en Ecuador es escasa y esporádica, pues ha debido trascurrir una importante fracción de tiempo entre cada producción bibliográfica. En este breve artículo se presenta lo que el autor, sin ser un crítico de escuela, estima los textos más conocidos y destacados por su difusión y contenido. Se considera tres tipos de textos sobre la historia del cooperativismo ecuatoriano, a saber: los estudios históricos específicos; las referencias históricas en textos jurídicos, doctrinarios o económicos; y, los apuntes tangenciales en textos de análisis coyuntural.
El cooperativismo agrario ha sido estudiado ampliamente en España desde el punto de vista histórico, pero una de las principales aportaciones la debemos al historiador Samuel Garrido Herrero, fallecido hace unos meses. Fue profesor de Historia Económica en las universidades de Valencia y Jaume I de Castellón (España), alcanzando en esta última la categoría de catedrático. También fue profesor visitante en prestigiosas instituciones internacionales como la Universidad de Bolonia, la London School of Economics, la Universidad de California en Davis y la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París. Fue también un miembro destacado de la Sociedad de Estudios de Historia Agraria (SEHA).
Probablemente el texto de mayor influencia, tanto en los círculos intelectuales como en la militancia de base del movimiento cooperativo mexicano, sea el célebre Tratado de Cooperativismo Mexicano del Lic. Rosendo Rojas Coria, publicado por primera vez por el Fondo de Cultura Económica en 1952. Sin embargo, el influjo de esta magna obra no se limitó a los confines nacionales, sino que trascendió a los ámbitos internacionales, siendo, sin duda alguna, el texto sobre cooperativismo, de manufactura mexicana, que mayor difusión ha tenido en la época moderna.
“EL COOPERATIVISMO EN EL PARAGUAY” es el título del informe final de una investigación sobre el cooperativismo paraguayo, elaborado en 1985 por el Dr. Domingo Rivarola como consultor de la División de Desarrollo Social de la CEPAL, con la colaboración del abogado Gustavo Laterza y el sociólogo Roberto L. Céspedes. El documento realiza un estudio histórico sociológico del cooperativismo en el Paraguay. En diciembre de 1989, una versión resumida de este documento aparece en el libro “Cooperativismo Latinoamericano: Antecedentes y Perspectivas” que publica la CEPAL. Sin embargo, esta relevante investigación sobre el cooperativismo no fue publicada en Paraguay.
Francisco Maria Sousa Brandão (1818-1892) fue un ingeniero militar, especializado en la construcción de ferrocarriles que se formó en la Escuela Politécnica de Porto y después en la Ecole des Ponts et Chaussés de Paris. Fundador del Partido Republicano (1875) y posteriormente del Partido Socialista Portugués. Diputado (1865-1868), y General participó activamente en las guerras y revueltas de su época (1834, 1846) y fue herido. Se exilió en Paris y presenció la revolución de 1848. Cuando volvió a Portugal en 1849 fue un activo socialista y alto dirigente francmasón: fue fundador con Lopes de Mendonça de la revista “O eco dos operarios”[2] , de la asociación para la mejora de las clases trabajadoras, y de varias cooperativas. Escribió en 1857 un importante y significativo libro sobre la economía social[3], que perfectamente puede compararse con lo que se escribía en Europa en aquellos tiempos.
Según algunos historiadores, los ideales del cooperativismo en Puerto Rico comenzaron a germinar a partir de la organización de la Sociedad de Socorro Mutuo Los Amigos del Bien Público en 1873. El mismo año en que se permitieron las sociedades civiles mediante el Real Decreto Núm. 1 y se abolió la esclavitud. Sobre la base de esta experiencia comienzan a surgir distintas asociaciones de auxilios mutuos y cooperativas con el objetivo de satisfacer las necesidades sociales y económicas de la clase trabajadora. La evolución del cooperativismo puertorriqueño ha estado ligado al desarrollo económico de las islas de Puerto Rico durante el siglo XX. En sus orígenes se orientó a la agricultura, luego a la manufactura y finalmente a los servicios especialmente al sector financiero. Esta historia, así como la filosofía y la práctica del cooperativismo, ha sido recopilada por varios autores en su mayoría profesores del Instituto de Cooperativismo de la Universidad de Puerto Rico.
Las primeras cooperativas en la República Dominicana se crearon durante el periodo de intervención de los Estados Unidos de Américas 1916-1924, y eran cooperativas de producción agraria (Pedro Sánchez- Arrocera, Cooperativa el Seibo- Ganadera, Cooperativa Pedernales- Café, y Cooperativa Villa Vásquez- Arrocera). Posteriormente, en 1931-1934 en este periodo se formaron 11 cooperativas también en los rubros agrarios (arroz, ganado, café). Paralelamente, en 1933 el gobierno de Trujillo decretó una ordenanza para que la Secretaría de Trabajo organizara Cooperativas de Ahorro.
De la revisión de la literatura disponible sobre las cooperativas en Uruguay se constata que la producción académica es bastante reducida, más si se trata de estudios de carácter historiográfico. Entre los escasos antecedentes de estudios sobre el cooperativismo en Uruguay se destaca el trabajo de Terra que se presenta a continuación. El otro trabajo referente para el estudio del cooperativismo en Uruguay es el de Bertullo et al. (2004). Este documento, al igual que el anterior, se originó en el marco de una serie de estudios sobre el cooperativismo en cada uno de los países integrantes de la “Red Universitaria de las Américas en estudios cooperativos y asociativismo” (UniRcoop). El estudio sobre el cooperativismo en Uruguay fue realizado por el Prof. Bertullo y un equipo de jóvenes investigadores, quienes realizaron un aporte significativo al conocimiento del cooperativismo uruguayo de ese momento.
La Comisión Ejecutiva del CIRIEC México, con sede en la Universidad Autónoma de Guerrero, se ha reunido de manera urgente para analizar la situación prevaleciente en el estado de Guerrero, a raíz del paso del Huracán Otis, y definir una estrategia de apoyo efectiva para los compañeros del CIRIEC y la comunidad de la Maestría en Economía Social. Por razones de seguridad y rapidez, ha estimado que lo más pertinente, por el momento, es implementar una campaña de ayudas económicas mediante depósitos o transferencias a una cuenta bancaria tal y como está reflejado en el cartel de la campaña.
En el marco del proyecto de Cooperación “Impulso y Fortalecimiento del Ecosistema Cooperativo Hondureño, mediante la Formación, la Investigación y la Innovación”, financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y ejecutado por Cooperativa COACEHL, durante el mes de septiembre el especialista del OIBESCOOP Leandro Pereira Morais, experto en Desarrollo Económico desde Brasil, compartió sus conocimientos, creando conciencia sobre la importancia del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el impulso de estrategias que contribuyan a lograr una economía social, solidaria y sostenible.
Fueron presentados más de 20 trabajos de académicos de las principales Universidades colombianas. Tras la ampliación del perímetro de la economía solidaria a economía comunitaria, popular y solidaria por el actual Gobierno colombiano, se presentaron arduos debates que ahondaron en el carácter alternativo de las economías asociativas en Colombia. También fue lanzado el primer número de la Revista CIRIEC Colombia, disponible on-line.