La historia del cooperativismo argentino
A. Estado de la cuestión
por Daniel Plotinsky [1]
El movimiento cooperativo tiene una fuerte presencia en la estructura socioeconómica argentina y se caracteriza por su diversidad, por estar presente en casi todas las actividades económicas y regiones del país, por la heterogeneidad en el volumen operativo de las entidades y el número de sus asociados, por lo variado de su composición social, por la pluralidad de miradas sobre la propia concepción del cooperativismo, y por tener un siglo y medio de presencia en el país.
Por eso, es llamativo lo escaso y tardío de las investigaciones con perspectiva histórica. Esto es particularmente significativo ya que las cooperativas son, simultáneamente, empresas económicas y movimientos sociales, por lo que su evolución merece ser abordada desde el campo de la historia de las organizaciones, las ideas, los movimientos sociales, las empresas, y los sectores económicos en que desarrollan su accionar.
Hasta fines del siglo pasado, la escasa bibliografía estaba compuesta por memorias o cronologías militantes -institucionales y personales- cuyo objetivo es describir el itinerario de una entidad o sector, rescatar acontecimientos o biografías fundantes, o afirmar una posición ideológica. Recién en la década de 1990 empiezan a difundirse trabajos monográficos en el marco del mundo académico, estimulado por las transformaciones que se estaban desarrollando en el cooperativismo argentino por el auge de las políticas neoliberales y la creciente crisis económica y social.
Dos breves trabajos comenzaron a perfilar un área específica de investigación. Levin y Verbeke (1997) sistematizan información estadística y analizan la evolución del cooperativismo desde 1927, su distribución regional, y su participación en los distintos sectores de la actividad económica. Poco después, Montes y Ressel (2003) desarrollan una sucinta reseña histórica y de la evolución del marco jurídico para el sector.
Los años siguientes mostraron el afianzamiento del cooperativismo como objeto de investigación histórica, lo que se expresa en la consolidación de su presencia en encuentros, jornadas y congresos, y en el aumento paulatino de la producción bibliográfica. Esta se va a caracterizar por el predominio de trabajos monográficos sobre un sector, entidad y/o período histórico; por la dispersión de las revistas académicas y los sellos editoriales en que se publican; y por la preeminencia de los estudios vinculados al cooperativismo agropecuario.
Sobre este último, merecen destacarse los tempranos trabajos de Mateo sobre su desarrollo en la provincia de Buenos Aires durante los gobiernos peronistas (2002); sobre la relación Estado- cooperativas agropecuarias en la década de 1930 (2004); y sobre las transformaciones y permanencias operadas en el modelo cooperativo a partir del examen de dos entidades agrarias emblemáticas (2019).
Casi simultáneamente, un análisis sociológico sobre modelos morfológicos (Lattuada y Renold, 2004) aporta una mirada sobre la evolución y organización del sector desde 1937. Por su parte, Olivera (2006) reúne seis investigaciones que, con diferentes metodologías, perspectivas y objetivos, abordan al sector durante los años del primer peronismo.
Entre los aportes más recientes se destaca un análisis en perspectiva histórica de la estructura y dinámica del cooperativismo agropecuario (Verbeke, 2021); y una compilación de seis artículos (Poggetti y Carini, 2021) que extiende la visión más allá de la zona pampeana, abarcando a diferentes economías regionales y profundizando en las dinámicas específicas de cada territorio y en la heterogeneidad de actores que median en el vínculo entre el Estado y el movimiento cooperativo. Destacan algunos artículos provenientes de líneas de investigación referidas a estudios sectoriales del cooperativismo como el algodón (Moglia, 2021), la yerba mate (Rodríguez, 2021) o la vitivinicultura (Cerdá, 2021).
En cuanto al cooperativismo de crédito, Spognardi (2017) analiza sus orígenes, en el período anterior a la sanción de la primera Ley de cooperativas, y Plotinsky (2018) examina la evolución del crédito solidario desde fines del siglo XIX hasta los comienzos del XXI, poniendo foco, particularmente, en la experiencia de las cajas de crédito y los bancos cooperativos.
Respecto a las cooperativas eléctricas, pueden mencionarse un estudio general sobre sus orígenes y desarrollo (Jaramillo, 2005), y el análisis de la relación entre el sector y el Estado peronista a partir del caso de una cooperativa bonaerense (La Scaleia, 2006).
En lo referente al cooperativismo de consumo, solo dos trabajos recientes. Un libro sobre la historia de El Hogar Obrero, que prioriza la exposición de datos por sobre su análisis (Ronchi, 2016); y un artículo que aborda los antecedentes, fundación y primeros años de esa cooperativa, organizada por miembros del Partido Socialista, para rastrear la conformación del ideario cooperativo en el seno del partido (Rabassa, 2021).
Dos trabajos sobre la situación del cooperativismo argentino en el siglo XXI aportan una mirada general sobre su evolución histórica. Schujman (2011) realiza una síntesis general de la historia del movimiento cooperativo, que profundiza en los capítulos dedicados a cada una de las ramas y actividades. Acosta, Levin y Verbeke (2013) analizan el desarrollo del sector en la primera década del siglo, su evolución, y la relación con las coyunturas económico-políticas, a partir del tratamiento estadístico de información oficial.
Finalmente, merece destacarse el aporte de dos publicaciones periódicas: Revista Idelcoop, editada por Idelcoop Fundación de Educación Cooperativa, que incluye una sección fija sobre historia; y Mundo Agrario. Revista de Estudios Rurales, editada por la Universidad Nacional de La Plata, que suele incluir artículos y dossiers con perspectiva histórica.
Una visión general de los textos reseñados permite observar que la producción bibliográfica sólo refleja parcialmente el incipiente desarrollo de un campo específico de investigación histórica centrado en el movimiento cooperativo y las entidades que lo integran, por lo que continúa siendo un área que reclama de les historiadores argentines que tiendan a abarcar a todas las manifestaciones del cooperativismo, a lo largo del último siglo y medio, y en todo el país.
Referencias
ACOSTA, M., LEVIN A. y VERBEKE, G. (2013). “El sector cooperativo en Argentina en la última década”. En Cooperativismo y Desarrollo Vol. 21, N.º 102. 27-39. Disponible en: revistas.ucc/co/article/view/657/635
CERDÁ, J.M. (2021). “El cooperativismo vitivinícola en la Argentina”, en R. POGGETTI y G. CARINI (comps.) (2021). El cooperativismo agropecuario argentino entre el Estado y el mercado: actores y procesos en perspectiva histórica. Río Cuarto: UniRío Editora, pp. 59-87. Disponible en: unirioeditora/Cooperativismo-agropecuario-argentino
JARAMILLO, B.V. (2005). Las cooperativas eléctricas. Remedios de Escalada: EdUNLa.
LA SCALEIA, L.R. (2006). “Estado peronista y cooperativismo eléctrico: El caso de la Cooperativa Eléctrica de Las Flores entre 1946 y 1951”. En Mundo Agrario Vol. 6, N.º 12. Disponible en: mundoagrario.unlp/v06n12a10
LATTUADA, M. y RENOLD, J.M. (2004). El cooperativismo agrario ante la globalización. Un análisis sociológico de los cambios en su composición, morfología y discurso institucional. Buenos Aires: Siglo Veintiuno.
LEVIN, A. y VERBEKE, G. (1997). El cooperativismo argentino en cifras. Tendencias en su evolución: 1927-1997. Buenos Aires: CESOT Documento 6. Disponible en: http://157.92.136.59/download/docin/docin_cesot_006.pdf
MATEO, G. (2002). “El cooperativismo agrario en la provincia de Buenos Aires (1946-1955)”. En Mundo Agrario Vol. 2, N.º 4. Disponible en: mundoagrario.unlp/article/v02n04a03/1525
MATEO, G. (2004). “Estado versus cooperativas agrarias. La construcción de elevadores de granos (1930-1932)”. En Anuario del Centro de Estudios Históricos N.º 4. Disponible en: revistas.unc./anuarioceh
MATEO, G. (2019). “Asociación de Cooperativas Argentinas y Agricultores Federados Argentinos: dos buenos ejemplos de la transición en el cooperativismo agrario argentino”. En AREAS Revista Internacional de Ciencias Sociales Nº 39. Disponible en: https://revistas.um.es/areas/article/view/408271
MOGLIA, L. (2021): “Devenir del cooperativismo algodonero chaqueño”, en R. POGGETTI y G. CARINI (comps.) (2021). El cooperativismo agropecuario argentino entre el Estado y el mercado: actores y procesos en perspectiva histórica. Río Cuarto: UniRío Editora, pp. 35-58. Disponible en: unirioeditora/Cooperativismo-agropecuario-argentino
MONTES, V. y RESSEL, A. (2003). «Presencia del cooperativismo en Argentina». En UniRcoop Vol. 1, N.º 2. Disponible en: econo.unlp/bb998cdfc30.pdf
OLIVERA, G. (comp.). (2006). Cooperativismo Agrario: instituciones, políticas públicas y procesos históricos. Córdoba: Ferreira Editor.
PLOTINSKY, D. (2018). El dinero de los argentinos en manos argentinas. Historia del cooperativismo de crédito. Buenos Aires: Ediciones Idelcoop. Disponible en: idelcoop/eldineroarg_2019_2_digital.pdf
POGGETTI, R. y CARINI, G. (comps.) (2021). El cooperativismo agropecuario argentino entre el Estado y el mercado: actores y procesos en perspectiva histórica. Río Cuarto: UniRío Editora. Disponible en: unirioeditora/Cooperativismo-agropecuario-argentino
RABASA, M.N. (2021). “El Partido Socialista y El Hogar Obrero. Un análisis de las primeras experiencias cooperativas en el cambio de siglo”. En Archivos de Historia del Movimiento Obrero y la Izquierda, N.º 19. 133-155. Disponible en: https://doi.org/10.46688/ahmoi.n19.324
RODRÍGUEZ, L. (2021). “Asociacionismo en la agroindustria yerbatera: entre los principios cooperativos y la lógica del mercado (1966-2013)”, en R. POGGETTI y G. CARINI (comps.) (2021). El cooperativismo agropecuario argentino entre el Estado y el mercado: actores y procesos en perspectiva histórica. Río Cuarto: UniRío Editora, pp. 59-87. Disponible en: unirioeditora/Cooperativismo-agropecuario-argentino
RONCHI, V. (2016). La cooperación integral. Historia de “El Hogar Obrero”. Buenos Aires: Ediciones Fabro.
SCHUJMAN, M. (2011). Las Cooperativas en la Argentina. Rosario: UNR Editora. Disponible en: academia/LasCooperativasenlaArgentina
SPOGNARDI, A. (2017) “Los orígenes del cooperativismo de crédito en Argentina, 1887-1926”. En América Latina en la Historia Económica Vol. 24, Nº. 2. 201-234. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6023629
VERBEKE, G. (2021). “Cooperativismo agropecuario en Argentina: antecedentes y transformaciones”. En Deusto Estudios Cooperativos N.º 18. 87-116. Disponible en https://dec.revistas.deusto.es/article/view/2259/2641
Revistas:
MUNDO AGRARIO. Disponible en: https://www.mundoagrario.unlp.edu.ar/index
REVISTA IDELCOOP. Disponible en: https://www.idelcoop.org.ar/revista
B. Reconstrucción histórica y memoria colectiva. Una mirada al libro El dinero de los argentinos en manos argentinas, de Daniel Plotinsky
por Rocío Soledad Poggetti [2]
En Argentina, el cooperativismo de crédito ha tenido un desarrollo que oscila al compás de los cambios que vaatravesando el sistema financiero nacional (tanto público como privado). En su libro, Daniel Plotinsky propone un análisis de este sector ponderando su capacidad para reconvertirse sin que ello suponga una ruptura con los valores y los principios que sostienen sus estrategias. Estas se traducen, particularmente, en la provisión de liquidez y financiamiento para personas físicas y jurídicas que, en algunos contextos más que en otros, encuentran dificultades para insertarse en el sistema financiero nacional. A partir de la reconstrucción de la historia y la memoria colectiva del mismo, el autor pretende profundizar el conocimiento sobre este sector de las finanzas, contribuir a la formación de cuadros dirigenciales imbuidos en la modalidad de gestión social y aportar sólidas bases para la articulación de políticas públicas que apuntalen el desarrollo de estas asociaciones.
Para ello, recurre a la complementariedad entre el abordaje metodológico cuantitativo y el cualitativo y a un abanico de fuentes estadísticas y entrevistas, respectivamente, que le proporcionan una base empírica sólida. Se manifiesta una preocupación por contextualizar las diferentes líneas de acción que se analizan y por interpretar los datos desde un marco analítico que torne inteligible la particularidad de las cooperativas de crédito. En este sentido propone que éstas constituyen entidades que son empresas y movimientos sociales al mismo tiempo, que se organizan a partir de la gestión social y de una identidad contra hegemónica que las hace singulares en el marco del movimiento en su conjunto. Para analizar el surgimiento y el desarrollo del movimiento cooperativo, propone una periodización que parte de considerar la dinámica interna de las asociaciones en el marco de las cambiantes condiciones que les imponen las políticas públicas. En función de ello, el libro se encuentra organizado en 10 (diez) capítulos.
Inicia presentando los orígenes y el desarrollo del cooperativismo de crédito en el marco económico, social e institucional de fines del siglo XIX hasta mediados del XX. Reconoce la existencia de diversas entidades, pero enfatiza en el análisis de las cajas de crédito, organizaciones mutuales y cooperativas de la comunidad judía ashkenazi. Analiza la progresiva cristalización de un cuerpo legal que normativizaba el funcionamiento de las cooperativas, en particular, la Ley de Cooperativas N° 11.388 (1926), y la vacancia de políticas públicas que apuntalaran su desarrollo en el período 1930-1946, marco que potenció los esfuerzos de integración y socialización entre las entidades.
A partir de esta propuesta inicial, reconstruye el rol que cumplió el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC) en el apuntalamiento del cooperativismo de crédito desde su creación en 1958 hasta 1966. La progresiva liberalización de la economía luego del golpe de Estado de 1955 alteró las reglas de funcionamiento del sistema financiero, devolviéndoles autonomía a las entidades bancarias, introduciendo el encaje fraccionario y favoreciendo por tanto las líneas de crédito hacia los sectores más concentrados de la economía. Esto dejó a los pequeños y medianos productores, particularmente los industriales, sin el auxilio financiero que había constituido un soporte de su desarrollo y permitió a las entidades cooperativas insertarse exitosamente en el mercado financiero a partir de la satisfacción de esas necesidades. Este crecimiento hizo necesaria la creación de marcos institucionales para coordinar los esfuerzos de las entidades. Más allá de las disputas en torno a las características que debía asumir ese proceso de organización, a finales de 1958 se creó el IMFC como una entidad de segundo grado que reforzó ese proceso expansivo, a tal punto que el cooperativismo de crédito y particularmente las cajas llegaron a representar el 10 u 11% de los depósitos del sistema financiero nacional. En ese proceso, se fue constituyendo un cuerpo social con una sólida identidad cooperativa y con vocación de gestión social.
El análisis de esta etapa histórica, le permite continuar con el período 1960-1973 definiendo dos momentos dentro del mismo. En el primero, el cooperativismo de crédito enfrentó la oposición de la burguesía y la banca concentrada, cristalizada en medidas concretas que intentaban incorporar la operatoria de las cajas en la órbita del Banco Central. Sin embargo, la capacidad de resistencia del IMFC a través de la organización de congresos y amplias movilizaciones sociales, impidió que se concretaran. En cambio, en el segundo momento, que se abrió en 1966 con el golpe de Estado encabezado por Onganía, se puso en marcha un ataque al cooperativismo de crédito en su doble vertiente de empresa financiera y movimiento social. El objetivo de asfixiar económicamente a estas entidades se estructuró en políticas como el establecimiento de la jurisdicción del Banco Central sobre las cooperativas de crédito y la creación de un registro de entidades financieras al cual todas debían inscribirse para continuar funcionado. Si bien el IMFC resolvió la adhesión a éstas y guio a sus afiliadas para transitar este proceso con éxito, el cierre de la Cámara Compensatoria y la interrupción de la operatoria cuasi-bancaria implicaron una drástica reducción en el número de cajas y su participación en el conjunto del sistema financiero.
El interregno democrático (1973-1976) habilitó un intersticio político institucional propicio para el cooperativismo. En este marco, se interrumpe el período de restricciones y permitió la transformación de las antiguas cajas en cooperativas bajo el régimen de fondos propios, así como el surgimiento de nuevas entidades. En este marco el IMFC evidenció un proceso de fortalecimiento institucional en tanto fue admitido como miembro pleno del Comité Ejecutivo de Alianza Cooperativa Internacional (ACI) e integró la Organización Cooperativa de las Américas (OCA). Además, la sanción de la Ley de Cooperativas N° 20.337 proporcionó un encuadre adecuado para la cristalización de proyectos comunitarios, en tanto exigía destinar el 5% de los excedentes a acciones educativas. Nació así Idelcoop, definida como una fundación educacional cooperativa para la liberación.
A continuación, el autor aborda las transformaciones impuestas al movimiento cooperativo de crédito por la dictadura miliar del 1976. La “Ley” de entidades financieras proponía eliminar la forma cooperativa de la organización del sistema financiero y reemplazarla por Sociedades Anónimas, al tiempo que prohibía a las cajas de crédito captar depósitos a la vista. La resistencia del IMFC logró que se les concediera la posibilidad a aquellas de transformarse en bancos comerciales conservando la forma jurídica de cooperativa, lo cual fue evaluado en el contexto como un “empate” ya que, de esa manera, se lograba defender la gestión social que caracterizaba al movimiento cooperativo.
Sobre esta base histórica, Plotinsky recupera el análisis de la doctrina del cooperativismo de crédito. Problematiza cómo a los valores originales se le fueron sumando los gestados en estos procesos de lucha y resistencia, dando lugar a una identidad militante que fue hecha propia por un sujeto social que percibía a sus acciones como una forma especial de compromiso social y político.
La continuidad de las políticas neoliberales iniciadas durante la dictadura, pero esta vez en contextos democráticos, presionó hacia la concentración de las cooperativas, cajas y bancos cooperativos pequeños. En este proceso, Credicoop sostuvo una sólida trayectoria económico-financiera al punto que hacia fines de la década de 1990 se posicionó como el único banco cooperativo capaz de resistir el embate neoliberal, en el seno del cual sobrevivieron 117 cajas de crédito. Eso no logró impedir que la participación de la banca cooperativa disminuyera su relevancia en el marco del sistema financiero nacional. En los albores del siglo XXI, el IMFC reconvirtió sus estrategias en al marco de la reestructuración que estaba atravesando el movimiento cooperativo. En primer lugar, la entidad comenzó a direccionar su apoyo hacia las cooperativas de trabajo al tiempo que promovía y asesoraba a las entidades para que integrasen redes locales y ejecutaba créditos gestionados ante la Comisión Nacional de Microcrédito (Conami); en segundo, emprendió la denominada “batalla cultural”. En el marco de esta línea de acciones, se creó el Centro Cultural de la Cooperación, entendido como un espacio de formación de la intelectualidad de izquierda, que nucleaba un conjunto de espacios destinados al aprendizaje cooperativo y la difusión de actividades científicas y culturales.
Atendiendo al desarrollo territorial y cultural del cooperativismo de crédito, el autor aborda la gestión social del Banco Credicoop a partir de algunos ejes que nuclean el desarrollo de sus actividades en la actualidad, particularmente los referidos al proceso de transformación institucional. Se hace mención a la reforma de su Estatuto Social, la cual tiende a garantizar la representación igualitaria de las entidades nucleadas, y al Documento Base que amalgama la gestión social con el logro de eficacia y competitividad. En la vinculación con la comunidad el autor destaca algunas líneas de acción como la “Propuesta Cooperativa”, “Credicoop y la comunidad”, el “programa de Educación Cooperativa” y el “Modelo Integral de Gestión”.
Hacia el final del libro, apuesta a un análisis del estado de situación actual del cooperativismo de crédito. Se evidencia un nuevo proceso de desarrollo del mismo dentro del sistema financiero de la mano del otorgamiento de mayores facilidades y libertades a las cajas de crédito y también del crecimiento de las cooperativas las que, si bien tienen limitadas las posibilidades de realizar intermediación financiera, ganan su fortaleza solucionando los problemas crediticios de los pequeños y medianos sectores sociales y económicos, así como por la posibilidad de operar con terceros no asociados. El autor cierra este capítulo instando a la revisión de las políticas públicas que directa e indirectamente inciden sobre un actor que fue (y es) clave para la democratización del sistema financiero.
En su conjunto, el libro representa un aporte al conocimiento sobre el devenir histórico del cooperativismo de crédito, en particular, sobre los conflictos que se fueron tejiendo entre el cooperativismo de crédito (en sus múltiples formas) y la banca concentrada. Permite advertir cómo las entidades cooperativas, las cajas y los bancos cooperativos apuestan a cubrir las necesidades financieras de los pequeños y medianos ahorristas, comerciantes, empresas e industrias para las cuales el acceso al crédito público y privado es prácticamente inexistente. Da cuenta, en ese recorrido, de los vínculos que se tejen con las agencias estatales y como las políticas públicas constituyen un espacio de negociaciones y conflictos sustanciales al momento de pensar en la democratización del sistema financiero argentino.
C. Una obra novedosa, necesaria y sólida. A propósito del trabajo de Graciela Mateo: Cooperativas agrarias y peronismo
por Leandro Moglia [3]
Graciela Mateo[4] forma parte de un gran colectivo de investigadores que desde la historia agraria argentina buscan problematizar sobre el movimiento cooperativo agrario en general y en particular el pampeano, a fin de establecer sus continuidades y rupturas en virtud de los cambios en los modelos hegemónicos de índole económicos y productivos de la Argentina.
La obra que aquí comentamos es uno de sus tantos aportes a la temática pero que se distingue de las demás por ser la edición de su tesis de Maestría en Metodología de la Investigación. A través de estas páginas, Mateo buscó construir al cooperativismo como objeto de estudio, avanzar en su análisis y arribar a ciertas consideraciones que desde una esfera multidisciplinar son puestas a discusión en la comunidad académica.
En particular, el libro se inicia haciendo un análisis acerca de la evolución de la Economía Social, sus postulados y principales representantes. Se avanza en los modos y metodologías para conformar un objeto de estudio, acercarse a él y analizarlo de manera exhaustiva; finalmente nos brinda una breve explicación sobre cómo depurar las fuentes y algunos acervos documentales que utilizó para su estudio.
Resulta interesante el recorrido que Mateo realiza para reconstruir los orígenes del cooperativismo en la Argentina, las influencias en cuanto a lo organizativo, discursivo y de rama de organización. Se recupera la evolución de las primeras entidades cooperativas de la Argentina y sus espacios de injerencias, urbano-rural.
Con posterioridad se explican y recuerdan los marcos legales que incidieron para normalizar al cooperativismo argentino, reorganizarlo y habilitar su funcionamiento. Siguiendo con la línea de avanzar sobre los elementos de promoción y fortalecimiento del cooperativismo, la autora dedica unas páginas a exponer la trayectoria de dos grandes impulsores del cooperativismo en la Argentina como lo fueron Domingo Borea y Juan Acosta.
Luego de las conceptualizaciones necesarias para comprender al movimiento cooperativo agrario argentino, la autora centra su análisis en los orígenes de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), ubicada en la región pampeana y entidad pionera entre las de segundo grado. ACA, representante indirectamente de los pequeños y medianos productores agropecuarios de la región centro argentina, y directamente a las cooperativas de primer grado que tuvieron alguna influencia del partido radical para organizarse sobre principios del siglo XX. Se analizan sus estructuras organizativas y los servicios que fue desplegando a lo largo del período analizado.
Desde sus primeros momentos ACA buscó difundir su voz institucional y para ello inició la publicación de un periódico llamado La Cooperación. Este elemento fue el órgano de expresión cooperativa más influyente del cooperativismo agrario argentino y que en opinión de la autora ha sido muy poco analizado y estudiado.
Luego de exponer y presentar a la institución en sus orígenes formativo, Mateo se interroga acerca de si el crecimiento de la entidad durante el período 1940-1956, se vincula a su relación con el peronismo clásico. Seguidamente irrumpe otra pregunta y es si ACA representó un rol preponderante durante la administración peronista, como lo hicieron otras entidades cooperativas.
Para desentrañar ambos interrogantes se aborda la política económica del peronismo y en particular su política agraria, explicando los mecanismos y principios de la redistribución de la renta agraria en virtud del funcionamiento de entidades de que monopolizaban el comercio exterior (IAPI).
Se menciona que la política peronista orientada al cooperativismo ha sido abordada por diferentes autores y que es una afirmación compartida por todos, que durante dicho período las entidades tuvieron dos etapas diferenciadas. La primera en virtud de las acciones aplicadas por el Primer Plan Quinquenal (1946-1951) del cual el movimiento se mostró reacio y hasta reaccionario; la segunda etapa se evidencia un cambio de actitud rotundo respecto de la política agraria peronista en ocasión de la implementación del Segundo Plan Quinquenal (1953-1955). Asimismo, durante todo el período analizado se exponen los resultados de la política cooperativista a través de cuadros y estadísticas que contribuyen a evidenciar el gran crecimiento que el cooperativismo tuvo a nivel país durante esos años.
Buscando responder a los interrogantes que la autora planteó, se evidencia que ACA experimentó, durante este período estudiado, un gran crecimiento institucional a pesar de que en diversas oportunidades los dirigentes cooperativistas se mostraron renuentes hacia la política agraria peronista.
Finalmente, esta obra incorpora dos tópicos que por lo general suelen quedar invisibilizados, al momento de historizar el cooperativismo; ellos son la educación cooperativa y la participación de las mujeres en las entidades. Abordar estos tópicos realza la importancia de la obra pues evidencia que ambas temáticas atraviesan de modo transversal al cooperativismo en general y ACA no es la excepción. Se destacan las actividades de educación cooperativa que se realizaron durante el periodo estudiado, la evolución de la legislación específica y el rol del Estado fomentando el abordaje de dicho tema.
Las mujeres y su vinculación al agro, vienen siendo revalorizadas desde la bibliografía a fin de reconocer su gran aporte a las tareas de manejo de la empresa agraria familiar y su participación en diversos espacios públicos, entre ellos el cooperativo. Particularmente, Mateo menciona que ACA a través de su periódico, destaca de modo permanente el rol de las mujeres, superando los encasillamientos de la época de “ser más que reinas”.
Sin lugar a dudas la obra de Graciela Mateo se presenta novedosa, necesaria y sólida dentro de los estudios sobre el cooperativismo agrario argentino. Dichos conceptos se asientan en poner el foco del análisis sobre una entidad emblemática y representativa de la Argentina, permitiendo comprender los modos de construcción en un objeto de estudio, que suele dárselo por aceptado tal como se presenta. Nos muestra las múltiples aristas desde donde pueden ser estudiadas las instituciones de la Economía Social.
A través de interrogantes nos invita a recorrer la historia institucional de ACA, la que termina por definir como un gran grupo empresarial que tuvo un crecimiento sostenido, marcando tendencia institucional.
[1] Director del Archivo Histórico del Cooperativismo de Crédito. Correo electrónico: dplotinsky@gmail.com
[2] Investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales, Territoriales y Educativas (ISTE) – Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) – Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) / Docente del Departamento de Historia, Facultad de Ciencias Humanas, UNRC.
[3] GHENA de la Universidad Nacional del Noreste (UNNE). Correo electrónico: lemoglia@gmail.com
[4] Profesora en Historia (UNLP) y Magíster en Metodología de la Investigación Científica (UNLa). Es Profesora Adjunta del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Quilmes. Investigadora del Centro de Estudios de la Argentina Rural (CEAR). Es autora de numerosos artículos en revistas científicas y capítulos de libros; ha participado en diversos encuentros científicos-académicos de carácter local, regional, nacional e internacional. A lo largo de su trayectoria ha acompañado la formación de RRHH de becas de grado y posgrado; como también de la dirección de tesis de investigación.