05/10/2019
La Economía Social y Solidaria en Venezuela, 2019
Por: Profesor universidad de Venezuela
Sin querer ser pesimista, la Economía Social y Solidaria (en adelante ESS) en la Venezuela de 2019, tiene una muy precaria existencia, por las siguientes razones:
- La gran mayoría de las personas que dirigen sus diversas manifestaciones no tienen conciencia de lo que es la ESS, de los principios que la animan, de sus componentes, ni de su conformación ni siguiera como movimiento socioeconómico; es una abstracción que no logró salir de las elucubraciones de algunos expertos y porque atenta contra los liderazgos subalternos.
- No existen estadísticas que permitan cuantificar lo que pudiese ser la ESS. Podría ser que no queden más de unas 500 cooperativas (cuando se llegaron a legalizar más de 400 mil a mediados del año dos mil); unas 1.000 cajas de ahorro (en 2.014 eran más de dos mil); unas 50 cajas rurales (cuando llegaron a ser más de setecientas). Lo que sí ha aumentado, y con mucho, son las asociaciones y grupos informales de ayuda mutua, y fundaciones pro derechos humanos, sobre todo en las áreas de la salud y de la alimentación.
- Las cooperativas son identificadas por el común de la gente como organizaciones relacionadas con las políticas del gobierno y por eso, ahora mayoritariamente rechazadas, ya que fueron objeto de mediatización por parte del mismo, y luego abandonadas a su suerte por no servirles más de instrumento político (desapareció más del 99% de ellas).
- Las cajas de ahorro (especie de cooperativas de ahorro y crédito de los trabajadores de entes públicos y empresas) disminuyen significativamente sus operaciones tanto por el cierre masivo de empresas como por la diáspora de trabajadores, y los salarios y pensiones de hambre que impiden ahorrar.
- La hiperinflación persistente ha pulverizado los recursos económicos de las cooperativas de ahorro y crédito, cajas de ahorro, cajas agrarias y asociaciones de ahorro, al punto que, los miembros han perdido sus ahorros; el otorgamiento de préstamos está prácticamente paralizado por lo exiguo de su monto y por los altos intereses que se cobran por los mismos. Subsisten, suministrando alimentos a sus miembros, cuando las autoridades militares que controlan su distribución les otorgan cupos para ello.
- Las cooperativas de transporte, otrora poderosas, se encuentran en agonía por la escasez de repuestos, los altísimos costos operativos, el racionamiento del carburante y la disminución de pasajeros por el alto precio del pasaje.
- Las cooperativas agrarias (sobre todo de suministro de insumos) reducen sus operaciones por la casi inexistente provisión de los mismos y su costo prohibitivo, así como por la fuga de la mano de obra y la inseguridad rural.
- Las cajas rurales han perdido su vigencia como sistemas de ahorro y de financiamiento de los campesinos pobres, por la absoluta pérdida del valor de la moneda y el abandono en que se encuentra el medio agrario
- No existen programas de educación cooperativa, ya que han desaparecido los pocos centros especializados que hubo en algunas universidades públicas autónomas y que asumían tales tareas. Peor aún, si se trata de investigaciones en la materia.
- Después de más de medio siglo de exención del pago del Impuesto a la Renta a las cooperativas, a partir del 2.014 son pechadas en igualdad de condiciones con las empresas ordinarias. Lo mismo, con el IVA.
- No hay entidades públicas de fomento del sector cooperativo o solidario, y las agencias de supervisión pública (Superintendencias separadas para las cooperativas y las cajas de ahorro) ejercen un control represivo de las operaciones de dichas entidades, cercenando su autonomía, y tratan de utilizar en beneficio gubernamental sus cada día más exiguos recursos.
- No existe una política pública de promoción, protección y fortalecimiento de las diversas expresiones asociativas. Antes bien, se observa una política deliberada de hostigamiento y cierre de todo tipo de organizaciones intermedias (entre ellas las de ESS) reflejo de la ideología de neto corte estatista que prevalece en la conducción política del país.
Venezuela, septiembre de 2019.
Este Observatorio ha intentado sin éxito contactar con las superintendencias de Cooperativas (Sunacoop) y de Cajas de Ahorros, dependientes del Gobierno de Venezuela, para recabar su visión en cuanto a la situación de las cooperativas y las políticas de apoyo a la economía social en Venezuela, sin haber obtenido respuesta.