Fomentando la Economía Social y Solidaria: cómo puede ayudar la recomendación de la OCDE
Por Antonella Noya,
Jefa de la Unidad de Economía Social e Innovación, del Centro de Emprendimiento, PYMEs, Regiones y Ciudades de la OCDE
Amal Chevreau,
Analista Principal de Políticas, de la Unidad de Economía Social e Innovación (OCDE)
En junio de 2022, el Consejo de la OCDE adoptó la Recomendación sobre la Economía Social y Solidaria y la Innovación Social. Esta decisión histórica marcó el punto culminante de más de dos décadas de trabajo de la OCDE en economía social, emprendimiento social e innovación social, a través del Programa de Desarrollo Económico Local y Empleo (LEED). La Recomendación enfatiza el papel crucial que desempeñan las organizaciones de la economía social y solidaria (OESS) en el fortalecimiento tanto de la inclusión social como de la económica. Las OESS son instrumentos para la prestación de servicios esenciales, a menudo dirigidos a personas menos privilegiadas, y en la reintegración de poblaciones desfavorecidas en el mercado laboral. Además, contribuyen significativamente a las transiciones verde y digital, dotándolas de una dimensión social. Abordan eficazmente los desafíos derivados de los cambios demográficos, el cambio climático y la crisis de los refugiados. Actualmente, 44 países se han comprometido a implementar los principios delineados en la Recomendación.
¿Por qué esta Recomendación?
Las OESS han florecido en los países de la OCDE y más allá, contribuyendo al crecimiento y al bienestar. Según estimaciones de la Unión Europea, las entidades de la economía social emplean a más de 13,6 millones de personas, lo que representa el 6,3% de la fuerza laboral total (OCDE, 2020). En Colombia y México, la economía social representa el 4% y el 3,2% del empleo total, respectivamente.
La economía social está compuesta por entidades como asociaciones, organizaciones sin ánimo de lucro, cooperativas, mutualidades, fundaciones y, más recientemente, empresas sociales. Las iniciativas basadas en la comunidad, de base ciudadana y espontáneas, también pueden formar parte de la economía social. La Recomendación de la OCDE reconoce que las actividades de tales entidades suelen estar impulsadas por valores como la solidaridad, la primacía de las personas sobre el capital y, en la mayoría de los casos, una gobernanza democrática y participativa (OCDE, 2022). Las entidades de la economía social se distinguen por su razón de ser, abordando necesidades sociales y persiguiendo un propósito social y, por su modo de actuar, implementan modelos de negocio específicos basados en la colaboración, generalmente a nivel local. También inspiran a las empresas puramente comerciales a adoptar comportamientos más socialmente responsables, contribuyendo así también a transformar la sociedad y repensar los modelos económicos.
¿Qué proporciona la Recomendación?
La creciente importancia de la economía social, junto con un número creciente de acciones políticas para la economía social, subraya la necesidad de una orientación internacional. La Recomendación llena este vacío, ofreciendo un marco de políticas reconocido a nivel mundial para apoyar a países, regiones y ciudades a utilizar y desarrollar aún más la economía social. Reconoce que los términos, definiciones, leyes y estrategias pueden variar entre países y que la economía social se organiza en torno a nueve pilares orientados a la acción (ver listado en el párrafo siguiente), aplicables en todos los contextos, independientemente del nivel de desarrollo de la economía social. Los nueve pilares se basan en el aprendizaje de numerosas revisiones de políticas, incluido el Programa de Acción Global de la OCDE para la promoción de ecosistemas de economía social y solidaria, financiado por la Unión Europea (UE), y la Herramienta de Mejor Política de Emprendimiento de la OCDE/UE. Estos pilares, aunque distintos en sus características, están interconectados y forman parte de un ecosistema de políticas completo y coherente.
Los nueve pilares de la economía social
🤝 Fomentar una cultura de economía social
🏛 Crear marcos institucionales de apoyo
🔧 Diseñar marcos legales y regulatorios habilitadores
💸 Apoyar el acceso a la financiación
🛒 Permitir el acceso a mercados públicos y privados
💪 Fortalecer capacidades y apoyo al desarrollo empresarial
📏 Fomentar la medición y el monitoreo del impacto
📊 Apoyar la producción de estadísticas
🚀 Fomentar la innovación social
¿Qué sigue? Construyendo una comunidad global en torno a la Recomendación
La Recomendación ha ayudado a crear una comunidad global destinada a apoyar el intercambio de información, datos y buenas prácticas sobre la economía social de todo el mundo. Esta comunidad global se reúne en forma de grupo de expertos informales sobre economía social e innovación social bajo los auspicios de la OCDE. Este grupo informal sirve para facilitar el debate entre expertos, el aprendizaje entre pares y el intercambio de experiencias en áreas de políticas relevantes para la economía social. También sirve para ayudar a países, regiones y ciudades en la implementación de la Recomendación. Compuesto por 20 países y la Comisión Europea, el grupo de expertos está abierto a representantes gubernamentales y expertos de redes sobre economía social y temas relacionados, tanto de miembros de la OCDE LEED como no LEED. El grupo explorará oportunidades para recopilar y producir datos fiables y comparables sobre economía social, informando sobre el diseño de políticas y midiendo su impacto socioeconómico. Además, supervisará políticas y tendencias emergentes en la economía social, el emprendimiento social y la innovación social para garantizar la relevancia continua de la Recomendación.
La OCDE apoya a países, regiones y ciudades a implementar la Recomendación y más allá
Para apoyar a los países a implementar la Recomendación, la OCDE ha desarrollado un conjunto de herramientas en línea, entre las que se encuentran guías de políticas sobre marcos legales y medición de impacto social, mejores prácticas y errores a evitar; listas de verificación, estudios de casos inspiradores y fichas de datos para una docenas de países, así como trabajos específicos sobre temas como cooperativas de plataforma para el desarrollo local y el empleo, internacionalización, personas refugiadas, compra social y más.
Además, la OCDE ha analizado también cómo la economía social y solidaria puede ayudar a abordar la informalidad. La reducción de las barreras de entrada, los incentivos fiscales específicos para organizaciones de economía social como las cooperativas, y el acceso a la formación y educación están entre las muchas posibilidades por las cuales la economía social y solidaria puede ayudar a reducir la informalidad empresarial y laboral. Basándose en aprendizajes de nuestro trabajo con Colombia, la OCDE lanzó recientemente una nueva iniciativa sobre Abordar la informalidad a través de la economía social para apoyar a países, regiones y ciudades en el aprovechamiento de la economía social y solidaria como una herramienta para abordar efectivamente la informalidad.
Invitamos a los interesados a contactarnos para compartir información y ejemplos de políticas y para participar con nosotros en nuestro trabajo, incluso en la informalidad.
¡La Recomendación está abierta a todos los países que deseen apoyar el desarrollo de la economía social y aprender de los países de la OCDE y más allá sobre cómo hacerlo mejor!