Datos y estadísticas

En Argentina se hace referencia a la economía social, solidaria y popular para dar cuenta de aquellas actividades y experiencias que tienen por finalidad la satisfacción de las necesidades para la sostenibilidad de la vida. Sin embargo, Argentina se caracteriza por ser un país que adolece de un sistema de información para la economía social, solidaria y popular que dé cuenta de la riqueza, el trabajo y el valor agregado que genera el sector que de acuerdo a estimaciones del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social, representa aproximadamente el 10% del Producto Bruto Interno. No obstante compartimos algunos documentos que se han generado desde Instituciones gubernamentales (en forma discontinua), de organizaciones del sector y de investigadores/as.

La Economía Social y Solidaria en México tiene como principal referencia la Ley de la Economía Social y Solidaria, reglamentaria del párrafo octavo del artículo 25 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en lo referente al Sector Social de la Economía (2012, última reforma 2019). En relación a los datos disponibles, en México se elaboran las cuentas satélite de la economía social, que publica el Instituto Nacional de la Economía Social (INAES).

En 2019 se aprobó la Ley 19.848 de Economía Social y Solidaria de la República del Uruguay. Desde el INACOOP se publican regularmente los datos sobre las cooperativas y Sociedades de Fomento Rural. Según su último informe, en 2021 existían 3.768 cooperativas y 76 Sociedades de Fomento Rural, siendo en número de trabajadores ocupados en cooperativas y SFR de 25.148.

La Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS), es el organismo técnico de supervisión y control de las entidades del sector Financiero Popular y Solidario, y de las organizaciones de la Economía Popular y Solidaria del Ecuador. Según el portal estadístico de la Superintendencia, “en agosto de 2022, la Economía Popular y Solidaria se encuentra conformada por 15.705 asociaciones, cooperativas y organizaciones comunitarias activas, de las cuales el 49,5% se dedican a actividades productivas, 48,6% a servicios y el restante 1,8% a actividades de consumo y construcción o adquisición de vivienda. En su conjunto, el sector mantiene 496.036 socios.”

En el año 2011 se aprueba por unanimidad la Ley 5/2011 de Economía Social en el Parlamento en España y a comienzo de 2018 se aprueba la Estrategia Española de la Economía Social 2017-2020. Estos dos hitos son el reconocimiento político institucional a un sector y un modelo de empresa que, según los datos publicados en el último informe de Monzón, Chaves y Galán, emplea a más de 1.350.000 personas, lo que representa cerca del 8% del empleo asalariado. Los datos sobre la economía social y solidaria en España se encuentran recogidos principalmente en el Portal Estadístico de la Economía Social, CIRIECSTAT; en el Ministerio de Trabajo y Economía Social, y en la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES).

En lo que respecta al cooperativismo, en Brasil hay un registro histórico secular sobre la existencia de esta entidad de la ESS. En nuestro país, el cooperativismo se puede dividir en cooperativismo “empresarial” y cooperativismo “solidario”.

A economia social portuguesa está regulada pela Lei de Bases da Economia Social (Lei n.º 30/2013, de 8 de maio) que estabelece as bases gerais do regime jurídico da economia social, no desenvolvimento do disposto na Constituição da República Portuguesa sobre o setor cooperativo e social. 

Las prácticas solidarias en la economía paraguaya, cuentan con un sustrato cultural muy importante, pues ya los guaraníes encontraban en la reciprocidad (el jopói), su razón práctica económica. El “trabajo” de los guaraníes implicaba cierta responsabilidad comunitaria recíproca. En lengua guaraní, la solidaridad es también entendida como el techakuaa – hechakuaa. 

El Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (MIDEPLAN) rige a partir de la ley de Planificación Nacional N°5525, que surge con el objetivo de intensificar el crecimiento de la producción y de la productividad del país, además de promover la mejor distribución del ingreso y de los servicios sociales que presta el Estado y a su vez propiciar una participación cada vez mayor de los ciudadanos en la solución de los problemas económicos y sociales.

Para el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo del Gobierno de Chile, la economía social es una “forma de organización empresarial que tiene un marcado sello solidario y un desarrollo inclusivo por definición. Ella supone un intento de repensar las relaciones económicas con parámetros diferentes. Po ello, cuando se habla de economía social se habla también de un modelo económico que persigue construir relaciones de producción, distribución, consumo y financiamiento basadas en la justicia, la cooperación, la reciprocidad, la participación, la equidad y la ayuda mutua” (División de Asociatividad y Economía Social, DAES: 2015). 

Se presenta en documento adjunto un vistazo general sobre el cooperativismo y algunos datos de la economía solidaria en Colombia, a partir de datos del Registro Único Económico y Social que reportan las Cámaras de Comercio; la Superintendencia de Economía Solidaria, y la Confederación de Cooperativas de Colombia.