La cooperativa láctea SanCor, ante una nueva oportunidad
En 1938, dieciseis cooperativas santafesinas y cordobesas decidieron conformar una cooperativa de segundo grado para industrializar y comercializar la crema que entonces elaboraban individualmente. La idea se plasmó en Sunchales, localidad elegida porque por allí pasaba el tren que generaría mayor agilidad de acceso a Buenos Aires y a su puerto.
Rápidamente, pequeñas cooperativas de toda la región central se adhirieron a la nueva empresa, que de esa manera amplió su capacidad de elaboración. A la primera planta industrial, inaugurada en 1940, se sucedieron muchas otras en diversos lugares. Comenzó también una rápida diversificación de productos.
Tras la organización industrial inicial continuó un intenso trabajo de acompañamiento a los productores. Así, se contribuyó al desarrollo de las explotaciones lecheras, y a la aplicación de una política de calidad que resultó la base para la diferenciación de SanCor como líder de la lechería nacional.
Algunos ejemplos lo constituyen, a lo largo del tiempo, los avances en genética de alfalfa y de bovinos de producción de leche, novedades constantes en manejo integral de las explotaciones, orientación en instalaciones, incorporación del silaje en forma moderna en la nutrición animal, la sanidad de los rodeos, la mejora en la composición de la materia prima entregada y la aplicación de avanzadas técnicas de gestión integral de las empresas tamberas.
Estos avances fueron capitalizados por los productores de SanCor, que desde siempre mostraron el camino de la avanzada en lechería, y también por el resto de la comunidad láctea del país.
Paralelamente, se fomentaron y proveyeron soluciones integrales que permitieron el arraigo de los productores, los tamberos y sus familias en el campo y en las poblaciones rurales, al impulsar con decisión y con aportes concretos, tanto económicos como organizativos, el mejoramiento de redes viales, de electrificación, de telefonía, entre otras.
De la misma manera, se dio forma a una serie de soluciones sociales que hubieran demorado mucho en llegar. Con el paso del tiempo y de acuerdo a las necesidades, se crearon un conjunto de empresas que dieron tranquilidad y amparo en temas como seguros, atención de la salud, servicios financieros y previsionales, provisión de insumos y destino para subproductos de la explotación tambera, por citar sólo algunas.
La reestructuración de la deuda financiera, pone nuevos horizontes a la continuidad empresaria, pero fundamentalmente ratifica la vigencia del sistema cooperativo de origen. La deuda ha sido reducida significativamente y trasladada al largo plazo, con una reducida tasa de interés y pagadera con leche en polvo y transferencia de tecnología para la producción lechera.
Más información: http://www.sancor.com/