Cooperativas de cuidados: Una deuda pendiente en la informalidad laboral femenina
El tercer capítulo, titulado «Cooperativas de cuidados: Una deuda pendiente en la informalidad laboral femenina», ha sido realizado por Paula Miranda Sánchez y M. Alejandra Inostroza Correa, de Chile. Las personas que entregan servicios de cuidado en el mercado del empleo se enfrentan a condiciones de trabajo negativas, con bajas remuneraciones y escaso reconocimiento del valor social de dicho trabajo (Rodríguez, 2007). Lo anterior se conforma como un verdadero sistema oculto de cuidados (Zabalegui, et al., 2004), que presenta por lo general características como ausencia de organización explícita y baja visibilización (García-Calvente, et al., 2004). Estas condiciones de las políticas de cuidado en América Latina impiden que distintas iniciativas puedan colaborar en mejorar las condiciones de empleabilidad de las mujeres. Considerando que la mayoría de las mujeres que realizan labores de cuidado se desempeñan en la economía informal, cobra relevancia pensar en políticas públicas que promuevan su autonomía económica digna a través de procesos colectivos asociativos, en el mundo cooperativo.
En Chile «el valor económico del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado alcanzaba 44,5 billones de pesos en 2015, año en que el PIB Ampliado fue de 204 billones de pesos, es decir un 28% más que el PIB corriente de esa fecha. Se puede decir, por lo tanto, que el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado equivalía al 22% del PIB Ampliado, lo que supera la contribución de todas las otras ramas de actividad económica. A modo de ejemplo, los «Servicios financieros y empresariales» aportaron solo 11,8% del PIB Ampliado» (Comunidad Mujer, 2019).