Tras los pasos de las mujeres cooperativistas cubanas
La oleada de transformaciones socioeconómicas emprendidas a partir de enero de 1959 en Cuba cristalizó, entre otros elementos, en un progresivo proceso de empoderamiento femenino. Las mujeres aumentaron su nivel de instrucción y, como resultado, desde hace varias décadas son mayoría dentro del total de graduados/as universitarios/as; han invadido el mundo laboral; son benefactoras de importantes conquistas como la Ley de Maternidad e igual salario que los hombres por igual trabajo; ocupan importantes cargos en la vida social, económica, cultural y política del país; pueden elegir y ser elegidas; tienen derechos reproductivos, sexuales y de planificación familiar. Estos logros también han tenido sus sombras: la segregación ocupacional que se sustenta en la división sexual del trabajo ha generado brechas salariales entre mujeres y hombres, están menos representadas dentro del total de ocupados/as y en las formas no estatales de gestión de la propiedad son minoría. No obstante, es posible identificar cooperativas lideradas por mujeres. Indagar en las trayectorias laborales de estas cooperativistas, en sus retos y oportunidades es el propósito central de este artículo. Esto posibilitará ver en qué medida se alejan o reproducen los estereotipos de género impuestos desde el patriarcado.
Autora: M. Sc. Jusmary Gómez Arencibia