OPINIÓN: La economía social y solidaria iberoamericana frente a la Covid-19
Por Carmen Marcuello, presidenta del OIBESCOOP
La Economía Social y Solidaria tiene un papel fundamental en estos momentos tan difíciles provocados por la pandemia del COVID-19. Las entidades de la ESS han tenido siempre presente a las personas y la vida como centro de las decisiones económicas, sociales, medioambientales y culturales que desarrollan en sus actividades diarias. La situación que estamos viviendo a nivel mundial requiere de una respuesta conjunta de instituciones y organizaciones, son tiempos para la solidaridad, la cooperación, la lucha por la justicia social y la dignidad son tiempos para la ESS.
La ESS en Iberoamérica tiene una larga experiencia en dar respuesta a las necesidades de las personas ante numerosas situaciones y este es un nuevo reto. La emergencia sanitaria, el cuidado de las personas enfermas, disponer de equipamientos para el personal sanitario e infraestructura suficiente para el desarrollo de la atención sanitaria es primordial.
Sin embargo, también se ha producido una emergencia económica y social de dimensiones extraordinarias. La respuesta de las entidades de la ESS ha sido inmediata. Son numerosos ejemplos los que podemos encontrar en cada uno de los países de Iberoamérica. Asimismo, las instituciones internacionales y los gobiernos de diversos países están mirando hacia la ESS para buscar soluciones. Desde, el Grupo de Trabajo Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre la Economía Social y Solidaria (UNTFSSE), la Academia de Economía Social y Solidaria de la OIT (Academia SSE), CIRIEC-Internacional, se lleva realizando una intensa tarea de reconocimiento de la Economía Social y Solidaria desde hace tiempo.
Y en estos momentos ente la crisis de la pandemia mundial RIPESS ha dicho que es necesario “globalizar la solidaridad”, Social Economy Europe propone que la ES sea un actor “clave para la recuperación económica y social que Europa” y la ACI pone en valor «el trabajo que se está realizando durante estos meses por las entidades del sector de la salud, servicios sociales, producción, transporte y consumo para el alimento, servicios públicos, etc».
Es un momento crucial para seguir apostando por las personas y por el planeta y la Economía Social y Solidaria tiene que ser parte de la solución junto con una nueva forma de concebir las relaciones económicas, sociales y medioambientales.