En recuerdo de Jorge de Sá, presidente del CIRIEC-Internacional y miembro de la Red Académica del OIBESCOOP
El 4 de abril recibimos una triste noticia: el fallecimiento de Jorge de Sá a la edad de 68 años. La sorpresa y la tristeza fueron dos sentimientos que llegaron junto con la noticia. La sorpresa llegó por ser una muerte inesperada de una persona tremendamente vital y que estaba desarrollando una gran actividad nacional e internacional. La tristeza también llegó por ya no poder volver a conversar, discutir, argumentar, planear sobre la economía social y su futuro con una persona convencida de que la economía social «refuerza una visión del mundo centrada en los valores del humanismo, de la tolerancia y de la solidaridad, construida durante siglos de cultura de compromiso y cooperación» (Jorge de Sá, 2010, p. 122).
Jorge de Sá tuvo una vida intensa repleta de personas, lugares y experiencias acompañadas por una gran capacidad de abstracción y visión práctica. Su experiencia tanto nacional como internacional comienza con una sólida formación como licenciado en Sociología, máster en Cooperación Internacional y su doctorado en Dirección de Empresas. Era profesor e investigador de la UAL (Universidade Autónoma de Lisboa); director del PG de Economía Social de la UAL, miembro del Consejo Nacional de Economía Social de Portugal; miembro del Comité Económico y Social Portugués; miembro del Consejo General de A.M. Montepio Geral; vicepresidente de la Asociación Portuguesa de Mutualidades; director de la Asociación Internacional de Mutualidades (AIM), del Institut de la Protection Sociale Européenne, y miembro Red académica del Observatorio Iberoamericano OIBESCOOP. Vicepresidente de la Asamblea General de la Confederación Portuguesa de Economía Social y presidente de CIRIEC-Internacional y CIRIEC-Portugal.
Tuve la oportunidad de comenzar a colaborar con Jorge de Sá, tan solo desde hace dos años, después de asumir la presidencia del OIBESCOOP. Desde el primer momento mostró su apoyo, hizo numerosas sugerencias, algunas para aplicar inmediatamente y otras ideas a más largo plazo, a partir de su extenso conocimiento sobre la realidad de la economía social en Iberoamérica. Al igual que en mi caso, me consta que ha apoyado con gran generosidad a muchos proyectos y propuestas en Portugal, España, Iberoamérica, Europa y va dejar un espacio que va a ser muy difícil de llenar.
Desde el Observatorio Iberoamericano OIBESCOOP, junto con lamentar esta enorme pérdida enviamos nuestras sinceras condolencias a la familia de Jorge de Sá y a nuestros amigos del CIRIEC-Portugal.
Carmen Marcuello, presidenta del OIBESCOOP